9.7.12

México: ¿Las ansias del otoño?



…esa es la costumbre aquí, ese debe ser el origen de nuestro talante especulativo, mirar al fuego sin verlo...

J.M. Coetzee, En medio de ninguna parte


En los últimos tiempos hemos asistido a distintos episodios de revuelta social en América Latina y el mundo: La denominada Primavera Árabe, el levantamiento del pueblo griego, los movimientos de indignados y okupas en parques y plazas de los Estados Unidos y Europa. A ello hay que agregar los movimientos estudiantiles que se han levantado en Chile y Colombia para frenar y contrarrestar el avance en contra de la educación superior pública como un derecho de la población. Se trata en suma de distintos procesos, que dan cuenta de la respuesta social a la crisis civilizatoria en la que nos encontramos.


En México, a partir de mayo de 2012 comenzó a gestarse una gran movilización en las calles. Todo inició con la visita del candidato Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Universidad Iberoamericana, una institución privada, indiscutiblemente elitista, pero con una cierta tradición de compromiso con las luchas sociales. La reivindicación de la sanguinaria represión en Texcoco y San Salvador Atenco en mayo de 2006, por parte del candidato priista hizo posible que por una vez, el poder fuese confrontado en el rostro. Ninguno de nosotros olvidará los gritos: Asesino, asesino! que ese personaje autoritario y artificial tuvo que escuchar mientras se refugiaba en los baños de la universidad. El poder, mediático y político, respondió de la única manera que sabe hacerlo: mintiendo y calumniando a los estudiantes, acusándolos de porros y personas ajenas a la institución. A partir de ese acontecimiento, se ha ido gestando una enorme y diversa organización estudiantil de carácter nacional, el movimiento #Yosoy132 que ahora reúne a universidades públicas y privadas de prácticamente todos los estados de la República Mexicana. Esto ha significado un emergente e inusitado proceso asambleario que hasta el momento toca especialmente a los sectores juveniles y estudiantiles. Los jóvenes han gestado espacios de discusión y acción que ahora los agrupan por afinidades (Artistas Aliados), geografías (asambleas estatales y regionales) e incluso existen ya experimentos de asambleas ciudadanas que exceden los espacios estudiantiles (como la Asamblea #Yosoy132 de Michoacán). Algunos lo han llamado ya la primavera mexicana por la manera aparentemente espontánea como surgió, por los colores, sonrisas, la rebeldía y festividad que ahora toman la calle; pero pensamos que además de sobredimensionar un proceso en construcción, asimilarlo con los levantamientos en otros países, puede invisibilizar algunas de sus potencialidades.


Sin embargo, al hacer un recuento algo más profundo, podemos pensar que podría tratarse de la apuesta por terminar con un ciclo que llena de hartazgo a la población, algo más parecido a la búsqueda de un Otoño, un periodo de recambio en la naturaleza de nuestra forma de hacer y pensar la política. Pensamos que esto podría estar aconteciendo a partir de cuatro elementos:


1. La impugnación a la cultura política construida durante los más de 70 años de gobierno pos revolucionario priista y que ha impregnado al sistema político en su conjunto, inoculando incluso las expresiones sindicales y a los propios movimientos sociales. Los mexicanos nos hemos criado durante generaciones mamando la corrupción, el clientelismo y los compadrazgos; algunos de los líderes de los movimientos sociales más importantes de nuestro país han sido cooptados o integrados a la lógica sistémica y los periodos electorales sólo magnifican el despliegue de todas esas prácticas pacientemente incubadas por lo que fue un partido de Estado. En efecto, México no ha conocido la transparencia democrática, ni siquiera la meramente procedimental más que en contadas ocasiones. Las dos últimas elecciones, incluyendo la del pasado 1° de julio fueron una prueba de ello. Se activaron enormes y complejos mecanismos de compra de votos e intimidación que tienen como base una “democracia” sustentada en la miseria en la que viven más de 50 millones de mexicanos y que permiten que un voto pueda costar el equivalente a un poco más de 2000 pesos colombianos. Por si eso no fuese suficiente para desconocer la elección de comienzos de julio, cada vez hay más información que apunta a que también fueron alteradas las actas de las casillas y que el Instituto Federal Electoral ha participado en alguna medida en lo que a todas luces es un fraude de grandes proporciones.


2. La memoria de significativos y reiterados episodios de represión que permanecen en la más absoluta impunidad. Aquí es donde se tocan las memorias de las distintas generaciones del pueblo mexicano. El PRI nunca ha pagado por los crímenes de la guerra sucia contra los movimientos armados que desde 1965 se levantaron contra el Estado Mexicano. También sigue impune la masacre del 2 de octubre de 1968 en la que murieron una cantidad indeterminada de personas en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco; la del 10 de junio de 1971, donde un grupo paramilitar, Los halcones, ejercieron una brutal represión contra estudiantes. El panismo no se ha quedado atrás, señalaremos solamente dos de los casos más significativos: al mayo rojo de Atenco, le siguió la represión y persecución hacia uno de los procesos de movilización social más ricos en la historia contemporánea de México junto con la conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, que tomó las calles con movilización y barricadas, pero que también tuvo el acierto de tomar las radios y la televisión locales.


3. La impugnación de la realidad fabricada desde el oligopolio mediático en el que destacan Televisa, TV Azteca y los grandes conglomerados de prensa y emisoras radiales. Desde el primer momento, los jóvenes mexicanos han señalado el monopolio de la verdad que se arrogan estas grandes corporaciones. La falta de cobertura de momentos claves de la elección, como el primer debate presidencial, la confrontación a Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana y desde luego las movilizaciones que se han desarrollado desde entonces; ha hecho que justamente uno de los focos de la protesta hayan sido las propias televisoras y periódicos. En uno de los aciertos que más destaca el que esto escribe, estos meses han abierto la posibilidad de confrontar a aquellos que con sus telenovelas, noticieros y demás contenidos alienantes, detentan una importante franja del poder escondidos detrás de los partidos políticos. En estos días de protesta, buena parte de las manifestaciones culminan frente a las instalaciones de Televisa, en donde a coro, con música, performance, les gritamos que estamos hasta la madre de que salgan todos los días para mofarse de nosotros.


4. La constatación del desastre nacional, iniciado con la puesta en marcha del proyecto político y económico del neoliberalismo y que se ha profundizado con las dos últimas administraciones panistas, que en los últimos 5 años arroja un saldo de más de 70 mil muertos con el lanzamiento de una supuesta guerra contra el narcotráfico. En estas movilizaciones que siempre cuentan con cientos de miles de manifestantes está el recuerdo del asedio sostenido contra la soberanía del país, con la privatización sigilosa del sector energético; la destrucción del campo mexicano con la importación de maíz norteamericano y próximamente maíz transgénico; la erosión permanente de los derechos laborales y sociales con el concomitante desarrollo de la economía informal y criminal; la destrucción de la naturaleza con la minería a cielo abierto y las represas que destruyen comunidades, por citar, de nuevo, sólo algunos ejemplos.

Pero hay algo más, una certeza social que ahora se moviliza: nos encontramos al borde del abismo, otros seis años de guerra y saqueo podrían volver poco factible un proceso de reconstrucción de la sociedad mexicana. Enrique Peña Nieto además de todos sus oscuros antecedentes, como su vinculación con el narcotráfico, ha adelantado que uno de sus asesores será el general Óscar Naranjo, quien hasta el 12 de junio se desempeñó como director de la Policía Nacional de Colombia y que todo parece apuntar, tiene como misión afianzar ese ordenamiento que hace converger el narcotráfico y el control social con el bienestar de la acumulación de capital.


Los objetivos de #Yosoy132 se cumplirán al no cumplirse, Peña Nieto será presidente de México, los medios de comunicación seguirán mintiendo; y con ello llegará, tal vez, la claridad que consiste en reconocer que esas instancias no sirven para nada. La débil apuesta y esperanza de nuestro pueblo es invocar ese Otoño en el que frenemos la destrucción, por fuera y más allá de las elecciones y las instituciones.

David Barrios Rodríguez/Posgrado en Estudios Latinoamericanos/UNAM/México


David Barrios Rodríguez/Posgrado en Estudios Latinoamericanos/UNAM/México

22.3.12

Del libro de los pasajes...

Hay que basar el concepto de progreso en la idea de catástrofe. Que esto "siga sucediendo", es la catástrofe. Ella no es lo inminente en cada caso, sino lo que en cada caso está dado. Así Strindberg- en ¿Después de Damasco?-: el infierno no es nada que nos sea inminente, sino esta vida aquí.

15.9.11

Teatro Lido


Desde este balcón se mira El Valle del Aburrá, las luces, las tejas, la Catedral e incluso el metro de los paisas.El centro de la ciudad, lo que he caminado de él, en especial la Plaza Bolívar, me recuerda a Ciudad Juárez y su centro con su gente destruida producto de las guerras que se superponen una sobre otra: Gente golpeada, mutilada, empobrecida e invisible para el resto.

Hoy vi una película en ese centro, en el Teatro Lido que promueve su gratuidad diciendo que: Tu boleta fue pagada por la Alcaldía. Al comienzo de la función el auditorio me parecía compuesto por los mismos personajes que deambulan o se instalan en la Plaza Bolívar, gente con la ropa y la mugre de días, seres ajados y sombríos. Se proyectaba un documental llamado "Fotógrafo de guerra", sobre James Nacht-wey; que traduje para mí como "camino de la noche". Y precisamente eso era, el oficio de retratar el horror, de saber pulsar el botón en los peores momentos.

Al final hubo un conversatorio y alguien que al comienzo dudé definir como mujer, hombre o niño, por una voz extremadamente aguda desestimó el comentario de otra que cuestionaba cierto morbo en el trabajo del fotógrafo de guerra. Esta persona, quien después ví dejar el auditorio apoyándose en sus muletas y sin una pierna dijo: A ese fotógrafo se le veía siempre a lado de la gente y no detrás de los soldados. Una observación muy elocuente.

28.7.11

Hrabal


Mural dedicado a Bohumil Hrabal. El texto a su izquierda dice: «Estoy de pie aquí, la frente coronada de mil arrugas, estoy aquí de pie, como un viejo San Bernardo, y miro a la lejanía, muy lejos, hasta el confín de mi infancia...»


"En aquella ocasión me estremecí, porque durante la noche la lluvia es muy fría y en el aguacero lodoso las huellas se pierden. Pero es bueno vivir con la angustia y el miedo de oír castañear los propios dientes, es bueno llevar la vida propia a la ruina y por la mañana volver a empezar. También es bueno despedirse para siempre y elogiar la desgracia como hizo el astuto Job" de Anuncio una casa donde ya no quiero vivir

8.6.11

14.4.11

El otro freno de emergencia...

Marx dice que las revoluciones son la locomotora de la
historia mundial. Pero tal vez se trata de algo por
completo diferente. Tal vez las revoluciones son el
manotazo hacia el freno de emergencia que da el género
humano que viaja en ese tren.

Ms-BA 1100

Walter Benjamin
Tesis sobre la historia: apuntes, notas y variantes

Traducción de Bolívar Echeverría

En efecto, la desbocada acumulación y la inercia, así como la idea de progreso, son elementos de la lógica autodestructiva, enajenante, del mundo tal y como lo conocemos y de la manera como éste se reproduce de manera incesante. Pero esta lógica se ha trasladado a nuestras vidas también. La normalidad con la que esto ocurre y que obtura la condición de posibilidad de construir un otro mundo,una otra vida y una otra manera de relaciones, quizá sólo puede ser contrarrestada por un freno de mano que las circunstancias y en el mejor de los casos, una propia decisión en un instante de lucidez sobre el peligro, puede conseguir. Por cierto, esos momentos están ahí, es posible echar mano de ellos, a veces con una pequeña ayuda de quien inadvertidamente los pone en nuestro camino. En este caso fue una despedida.

10.11.10

Ciudad Juárez: El puesto de avanzada



Qué pena que para vivir en estos tiempos uno tenga que estar dispuesto a vivir como una bestia. Quien quiera vivir, no puede vivir en una casa con luz en las ventanas. Tiene que vivir en un agujero y esconderse durante el día. Uno tiene que vivir sin dejar huella de su vida. A eso hemos llegado.
John Maxwell Coetzee

Llegué a Juárez, con los ojos bien abiertos, los oídos atentos y de algún modo (si tal cosa es posible) preparado. Y sin embargo he de decir que fue demasiado. Distintas voces, atrapadas al vuelo, me dijeron durante esos días que la ciudad, antes conocida como Paso del Norte, se muere a pequeñas cuotas, que hasta el clima se espantó y el sol no quiere salir en verano; que en síntesis, Ciudad Juárez es el epicentro de la barbarie. Pero también deslumbra la vitalidad de la gente y el redescubrimiento de los pequeños gestos y las pequeñas cosas que entrañan el deseo liso y llano de vivir.
Esto es perceptible de manera especial en los jóvenes a quienes va dirigida buena parte de la violencia y la impunidad que reina en la ciudad. Pero no sólo ahí, en las dos últimas semanas de octubre murieron en México, más de 40, quizá 50 jóvenes en episodios que comparten patrones de violencia. En Tepic, Ciudad Juárez, Tijuana y en el Distrito Federal sólo es necesario ser joven, estar en una fiesta, en centros de rehabilitación de adicciones o simplemente platicar con amigos en la calle para ser blanco de comandos ilegales o policíacos. Es algo que se presenta como una campaña de “limpieza social” según fue señalado por el especialista Carlos Fazio. Al igual que este periodista charrúa-mexicano, muchos otros nos encontrábamos a punto de participar en el “Foro internacional contra la militarización y la violencia: Por una cultura diferente”, cuando las balas de alto poder de la policía fueron utilizadas para atacar la realización misma de la reunión, mientras ponían al borde de la muerte a un joven y combativo luchador social de Ciudad Juárez, Darío Álvarez, adherente a la Otra Campaña, iniciativa lanzada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Después de muchos meses de preparativos, de enfrentar al miedo y el aislamiento mediático, los compañeros del Frente Plural Ciudadano de esa ciudad estaban listos para la coordinación de mesas de trabajo, ponencias, talleres y proyecciones de cine. La primera actividad del foro era la realización de la “11ava kaminata contra la muerte”, en protesta por la matanza de 14 personas en un fraccionamiento de la colonia Horizontes del Sur el pasado viernes 22 de octubre.
Sin embargo, cuando la protesta pacífica pasaba frente a las oficinas del Partido Revolucionario Institucional y algunos asistentes realizaban pintas en las paredes, los policías federales se acercaron a la retaguardia del contingente. Los compañeros optaron por ingresar a las instalaciones del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, donde comenzaría el Foro. En ese momento los Federales descendieron de sus vehículos y comenzaron a disparar. El compañero José Darío Álvarez recibió un impacto de bala de alto calibre por la espalda, cuando se encontraba ya dentro de las instalaciones de la Universidad, lo cual constituye además, una flagrante violación a la autonomía universitaria. Testimonios posteriores refieren que todavía un policía intentó arrastrarlo fuera de la Universidad. La respuesta de las compañeras y compañeros resultó clave: mientras una compañera cubría a Darío con su cuerpo, otr@s más repelieron a la policía. A pesar de la gravedad de la herida (una cavidad de 10 cm.), Darío salvó la vida y sigue luchando mientras se recupera en el hospital.
A partir de lo acontecido, el Foro se realizó con una sensible disminución de la asistencia proyectada. El objetivo de la reunión era propiciar la reflexión y la articulación de sectores que nos oponemos al estado de excepción y la militarización en México. En ese sentido, el planteamiento del Frente Plural Ciudadano de Ciudad Juárez es muy claro e incluye tres puntos: Que el ejército mexicano regrese a los cuarteles, que la Policía Federal se retire de Ciudad Juárez y que Felipe Calderón Hinojosa renuncie al cargo de Jefe del Ejecutivo Federal. Con lo ocurrido en Juárez, sólo se corrobora que estas demandas además de legítimas, se deben generalizar a todo el país.
Durante la gestión de este presidente que representa a la derecha neoliberal y que ha sido asesorado por su amigo Álvaro Uribe Vélez, en Ciudad Juárez han muerto oficialmente, más de 7, 000 personas y hay alrededor de 10, 000 niños y niñas que han quedado huérfanos. Se calcula que han sido abandonados 100, 000 negocios y que hay 10, 000 casas igualmente vacías por el éxodo de personas presas del terror.
En Juárez, las fronteras entre el análisis, las vivencias y la participación política, quedan rebasadas por la realidad. Ciudad Juárez es el resultado de un proceso histórico del que formamos parte todos, en cualquier lado de las fronteras, desde los centros y las nuevas periferias, desde la explotación y el consumo. Ciudad Juárez es el puesto de avanzada de esta fase terminal y asesina del capitalismo, en donde la dinámica de violencia del narcotráfico sólo es una expresión más transparente del comportamiento “natural” del mercado y como ocurre en el resto de México, a los ojos de los gobernantes y de los grandes empresarios, la mayor parte de la población no somos sino seres desechables, superfluos e invisibles.