23.9.09

Vida y obra de Michael "K"/Coetzee


Cineamano/Arturo López Pío

...pero por lo demás vivía fuera del alcance del calendario o del reloj, en un rincón por fortuna olvidado, medio despierto, medio dormido. Como un parásito dormitando en el intestino, pensó; como una lagartija debajo de una piedra. "Parásito" era la palabra que había utilizado el capitán de la policía: el campamento de Jakkalsdrif, un nido de parásitos viviendo a costa de la ciudad limpia y soleada, sacándole la sustancia sin dar nada a cambio. Pero para K, tumado con pereza en el lecho, pensando sin pasión... ya no estaba tan claro quién era el anfitrión y quien era el parásito, el campamento o la ciudad. Si el gusano devora a la oveja, ¿porqué la oveja se traga al gusano? ¿Y si hubiera millones, más millones de los que se supone, que viven en los campamentos, viven de la caridad, viven de la tierra, viven del ingenio, y se esconden de los rincones para escapar de esta época, demasiado listos como para sacar la bandera, llamar la atención sobre ellos y dejarse censar? ¿Y si el numero de anfitriones fuera muy inferior al de parásitos, los parásitos de la pereza y todos los parásitos secretos del ejército, de la policía, de los colegios, de las fábricas, de las oficinas, los parásitos del corazón? ¿Podríamos hablar entonces de parásitos?

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